Carlos Monsonís al Celler de Can Roca
El joven cocinero burrianense Carlos Monsonís, anuncia en su cuenta de Facebook, que pasará seis meses entre los fogones del mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca.
Monsonís, que en noviembre cumplirá 21 años, ha cursado sus estudios gastronómicos en la Escuela de Hostelería Costa Azahar del Grau de Castelló, fue ganador del concurso “arroz de Sueca 2.0” y becado por la asociación cultural Moros d’Alquería de Castellón en La Escaleta de Cocentaina con el estrella Michelín, Kiko Moya.
El pasado mes de enero protagonizó junto a su compañero Aitor Martínez, un showcooking en la Feria Internacional de Turismo de Madrid, FITUR, promocionando el producto de lonja del Grau de Castelló. También está colaborando con diversos eventos que se organizan desde el establecimiento La Cabanenca en el Mercado Municipal de Burriana.
Su estancia en Can Roca será desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre. Al respecto en su cuenta de Facebook, ha mostrado su emoción indicando que «desde hace ya casi cuatro años que mi primer jefe de cocina, antiguo Stagier del local, me inculcó las ganas y la necesidad de pasar una temporada, en el que ahora está en la cima de la cúspide gastronómica….y tantas ganas tenía de trabajar para ellos. Ahora ya puedo decirlo, voy a formar parte de la plantilla de Stagiers del Celler de Can Roca. Rodeado de los grandes profesionales del sector y de donde quiero extraer toda la experiencia y formación posible. Dejándome la piel día a día con mi trabajo, en el triestrellado restaurante. Un proyecto muy grande que me inspira mucho respeto e incluso miedo… por el nivel de cocina y profesionalidad que imagino que habrá allí. Pero como dice mi buen amigo Evaristo Miralles, aquello es un Bocuse d’ or diario. Tengo muchas ganas de empezar y pasar seis meses lejos de mi querida Burriana y mi gente».
Carlos Monsonís, también se ha mostrado agradecido a una persona en especial, cuyo nombre no ha querido desvelar: «sobretodo agradecer a la persona que ha conseguido con esfuerzo que yo pueda estar ahí, una persona que he conocido este verano y a la que le estaré agradecido toda mi vida, por permitirme conocer el restaurante con el que antes de ser nombrado mejor del mundo, ya estaba loco por visitar».