El Gin Tónic según Hilario Fombuena en Castellón es +
En el I Congreso de Gastronomía y Vino Castellón es +, celebrado los días 13 y 14 de abril en el CdT del Grau, no sólo participaron destacados cocineros como Miguel Barrera, Javier Morcillo, Luis Arrufat, Bernd H. Knöller, Modesto Fabregat, Ricard Camarena, Luis Arévalo o Kiko Moya, entre otros. A las catas de Bodega Vicente Flors o de Muga, se unió la Master Class de Gin-Tónic impartida desde Mésquebarmans, por Hilario Fombuena, Ambassador Schweppes.
Durante dos horas, ante una abarrotada sala de catas, fue desgranando algunas de las claves y tendencias de la coctelería actual, resolviendo dudas planteadas por los profesionales del sector hostelero asistentes y dando a conocer novedades de producto aplicables en la inminente campaña de verano. Caso del regreso del Ginger Ale, para combinarlo con Ron, aunque también con Whiskies, Bourbons o Vodkas, y la emergente y potente Schweppes de Limón y Naranja, para mezclas explosivas con Tequilas.
Según Hilario Fombuena, en España se ha producido un fenómeno que no ocurre en ningún otro lugar del planeta y que denomina «la gintonización del pais». Las más de 500 ginebras existentes en el mercado nacional, demuestran el alto consumo realizado. Sin embargo no existe una regularización de la forma de elaborarlos. De ahí que hizo hincapié en las formas y modos aconsejables para no perder la esencia de los productos utilizados.
El Ambassador Schweppes, empezó recordando que la burbuja es anhídrido carbónico y por tanto hay que protegerla al máximo, de lo contrario estaríamos hablando de cualquier otro tipo de combinado, pero no de un Gin-Tónic. Para ello, es fundamental que el hielo transmita la temperatura apropiada al recipiente utilizado, evitando que el paso de la botella al vaso, rompa su efecto. El consejo es utilizar vaso de copa o el sidrero con culo más ancho, nunca de tubo.
Tras remover el hielo en el interior del vaso, y retirar el agua producida por el golpeo de los cubitos, el medidor es otra de las partes destacadas en la elaboración, insistiendo en que «lo que da resaca es beber mucho y mal, y por eso, no poner más es mejor«. Entre 5 y 6 centilitros de ginebra es lo aconsejable, con botella que debería mantenerse en frío, nunca en congelador.
La aromatización de la copa es otro de los asuntos que generan controversia entre los hosteleros. Hilario Fombuena, explicó que el zumo de limón enmascara los sabores propios de la tónica y la ginebra, por lo que se aconseja no utilizarlo. La piel del cítrico, recogido del árbol -natural, sin nevera o cámara – removida con el hielo y la ginebra, es suficiente.
La introducción de la tónica en el vaso, también desató ciertas contradicciones entre los asistentes. Para el maestro coctelero, la cuchara trenzada no debe utilizarse, salvo que «se quiera escenificar un show«. En su opinión, es fundamental que la tónica, que debe servirse fría, mantenga sus burbujas lo más juntas posibles, y por tanto hay que desequilibrarlas lo menos posible, derramando su contenido suavemente sobre el vidrio, inclinando el vaso, y no sobre el hielo o escanciando desde altura. Por último, también recordó que no es necesario incorporar más condimentos, a los que ya llevan las ginebras, y que las tónicas ayudan a aromatizarlas.