Hosteleros de Campoamor piden instalar terrazas
Al menos ocho establecimientos hosteleros de la calle Campoamor de Castelló de la Plana van a solicitar poder habilitar terrazas en la vía pública como alternativa más plausible a corto plazo ante la continuidad de la reducción de aforos en el interior y de horario de cierre, y hacer frente a la drástica caída de ingresos. Hasta el momento no se está permitiendo la colocación de sillas y mesas en esa céntrico vial peatonal que une la calle Mayor con la esquina de plaza del Juez Borrull, Hermanos Bou y Gobernador, y que en una de sus bocacalle tiene acceso a la plaza Hernán Cortés donde los establecimientos hosteleros allí ubicados si pueden disponer de terraza. La cercanía con las Tascas y la plaza de Santa Clara, a sólo una esquina de ambas, incrementaría la oferta en pleno centro de la ciudad, aunque la ZAS (zona acústicamente saturada) podría ser el principal impedimento para su autorización.
Los hosteleros afectados cuentan con el apoyo del grupo popular municipal. De hecho dos de sus concejalas, María España y Susana Fabregat, se han reunido con los propietarios de los negocios que saldrían beneficiados de la medida que debe de adoptar el equipo de gobierno formado por PSOE, Compromís y Unidas Podemos. La portavoz del PP, Begoña Carrasco que también estuvo presente en la reunión ha indicado que podría ser viable al menos para los Viernes y Sábado, y ha recalcado que “Solo piden que se les deje trabajar para rescatar a sus empleados, comer cada día y seguir haciendo frente a los gastos de cada mes, porque el virus no entiende de economía, los impuestos han de pagarse obligatoriamente, por cierto, con un IBI en la ciudad de Castellón que es el segundo más caro de España, solo por detrás de Madrid y empatados con Barcelona” al tiempo que ha pedido que la alcaldesa Amparo Marco escuche las peticiones hosteleras y haga un esfuerzo para ayudarles porque «Son motores de nuestra economía que hemos de impedir que se paren, de ellos dependen miles de puestos de trabajo que, no olvidemos, son familias que necesitan comer cada día. Con un comercio local herido de muerte y una hostelería que pide a gritos ayudas que no llegan, el corazón de nuestra ciudad se apaga».