Un cuarto de siglo educando paladares con Setas en Betxí

Un cuarto de siglo educando paladares con Setas en Betxí

Boletus Pinícola, Robellones, Rebozuelos, Angulas del Monte, Seta de Cardo y la Trompeta Negra se han citado hasta el 29 de noviembre con la alta gastronomía en la Muntanyeta de Sant Antoni en Betxí. Alguna de ellas no es la primera vez que lo hacen. De hecho se cumplen veinticinco ediciones de las jornadas gastronómicas más longevas que se recuerdan dedicadas a semejante género silvestre, sabroso para el paladar si se saben cocinar y combinar con otros productos como manzanas, ciruelas, granadas, panceta, alcachofas, castañas, espinacas y hasta Bogavante, con la maestría que lo hace el Chef Toni Molina y la sabiduría de Álex Rodríguez en el maridaje. Un todo lo esencial incluido, pan y salseras de tomate y all i oli también, por 36,50 €  (el IVA al ser esencial para las arcas del Estado también se incluye en el precio…) pero el resto de bebidas que no sean el vino elegido para cada plato por el sumiller, esas, más café, infusiones y demás espirituosos, digestivos o aperitivos son aparte, que para algo se han dedicado minuciosamente a sacar el máximo provecho a cada una de las elaboraciones y su combinación optima para disfrutar de tan momento único, mientras divisas cual ave de paso las impresionantes vistas que sobre la franja litoral de la Plana ofrece el acristalado comedor, independientemente de la mesa que ocupes, convertido en un privilegiado mirador.

Foto: María Chesa

El amigo de los Pinos, Boletus Pinícola, es el encargado de dar la bienvenida a los comensales de la manera más efusiva posible. Con un Solomillo de Ternera en Carpaccio maridado al Eneldo, Foie Micuit, Gelatina de Sauternes, Parmesano, Granada, Piñones con vinagreta de Trufa y Oliva Negra. Tras el estallido de sabores consistentes y para preparar y no estresar demasiado al estómago, nada mejor que una Crema de Setas de temporada con diversos productos de temporada y buenos para el ácido úrico: Espárragos verdes, Calabaza, Castañas y Longaniza de Segorbe, que para algo en el Alto Palancia también hay pinos y boletus. Las cremas no terminan ahí, ya que una de Patata y Espinacas acompañará a un Huevo a baja temperatura mientras disimula entre Robellones a la brasa, Bogavante y unos coloridos Chips vegetales.

Injerido lo cual, llega el primero de los dos platos denominados principales con Rebozuelos y Angulas de Monte compartiendo protagonismo con un pescado de Lonja ante el alboroto emplatado de las Habitas Baby, Alcachofas y Panceta ibérica con pesto rojo de Choricero. Dejando para el Pollo picantón trufado el falso momento de decir «no puedo más !», mientras observas a la Seta de Cardo y Trompeta Negra intentando camuflarse sin ser vistas entre una Manzana y una salsa de Ciruelas al Oporto. Total para no poder remediarse del colofón final de un menú que nunca más vas a poder disfrutar ni colectiva ni individualmente y que asomará con una anglosajona Crumble pero lógicamente de Setas entre una sopa de frutos rojos con helado de Leche merengada. Y si has llegado hasta aquí, nada mejor que salir del recinto, atravesar la empedrada plazoleta, acercarte al muro del aparcamiento y mirando a Betxí, aspirar aire con la majestuosa Serra d’ Espadà enfrente e impregnar los pulmones con el mismo oxigeno natural y de monte que acabas de engullir por vía oral masticada.